Neurorrehabilitación y daño cerebral

Naiara Mimentza: “La evaluación neuropsicológica no solo mide, sino que ayuda”

En el marco de la jornada “Presente y futuro de la evaluación neuropsicológica”, celebrada en Santander, nuestra neuropsicóloga de la Unidad de Neurorrehabilitación y Daño Cerebral destacó la importancia de una evaluación neuropsicológica que vaya más allá de la medición de funciones cognitivas.
Naiara Mimentza, durante su intervención

Dentro de la jornada ‘Presente y futuro de la evaluación neuropsicológica’, celebrada en Santander, el pasado día 8 de octubre, la neuropsicóloga clínica de la Unidad de Neurorrehabilitación y Daño Cerebral de Ospitalarioak Fundazioa Euskadi Naiara Mimentza participó en la mesa dedicada a la neuropsicología clínica. La doctora en Psicología y también profesora del Máster de Psicología Clínica de la Universidad de Deusto subrayó en este encuentro científico organizado por Fundación Hospitalarias Cantabria junto a la Universidad Europea del Atlántico y NeuronUP la importancia de mantener una mirada integral y humana en la rehabilitación tras un daño cerebral.

Cuando hacemos evaluaciones neuropsicológicas, ¿qué estamos haciendo? ¿Estamos describiendo o estamos transformando? Desde el punto de vista de Naiara Mimentza, cuando se realizan valoraciones destinadas al ámbito pericial, se está describiendo. Pero cuando la valoración neuropsicológica va dirigida a la rehabilitación, se trata de transformar mediante la mejora, consiguiendo unos determinados objetivos. En relación al ámbito pericial, insistió en que es muy importante enfatizar en los informes y describir muy bien cuáles son las secuelas neuropsicológicas de un daño cerebral. En cuanto a la valoración neuropsicológica dirigida a la rehabilitación, remarcó que la evaluación neuropsicológica no es valorar procesos cognitivos, es un proceso mucho más holístico.

Tras una lesión cerebral, las alteraciones emocionales y conductuales son frecuentes; pueden ir desde la apatía a la desinhibición, pasando por la impulsividad, la agresividad o la depresión. Estos cambios afectan no solo al paciente, sino también a su entorno, personas allegadas que a menudo se siente desbordadas y sin saber cómo manejar la nueva realidad. Por eso, la doctora Mimentza insistió en que la rehabilitación debe partir de una mirada integral, donde el bienestar emocional y la conducta son tan prioritarios como la recuperación cognitiva. «Evaluar, en este contexto, significa también acompañar, escuchar y comprender el sufrimiento del paciente y su familia», expresó.

La valoración cognitiva permite identificar qué procesos están afectados y decidir si es necesario trabajar en la restauración o en la compensación de las funciones dañadas. Pero además, ofrece la posibilidad de psicoeducar: explicar al paciente y a las personas allegadas qué está ocurriendo y por qué. Averiguar el porqué de la frustración, la ansiedad o la tristeza es el primer paso para intervenir de forma eficaz. En algunos casos, como el que expuso de una paciente que pasó de una simple valoración pericial a un proceso de rehabilitación integral, la evaluación se puede convertir en un punto de inflexión que mejora la calidad de vida, mediante terapia psicológica, ayudas externas compensatorias y con apoyo social. «Conocer los déficits cognitivos y poder relacionarlos con la capacidad funcional nos va a ayudar a diseñar programas de rehabilitación y reaprendizaje más eficaces junto con terapia ocupacional», añadió.

Todas las familias necesitan un apoyo, ya que el daño cerebral es una patología que rompe el equilibrio del sistema familiar.  La familia, desempeña un papel esencial; no es un elemento secundario, sino parte activa de la rehabilitación. Todo el sistema familiar atraviesa fases de crisis, adaptación y reestructuración. Por ello, el acompañamiento, la información y la orientación resultan imprescindibles. Cada familiar necesita entender qué le ocurre a la persona con lesión cerebral y cómo puede ayudarle.

En palabras de Naiara Mimentza, «la evaluación neuropsicológica es una herramienta que no solo mide, sino que ayuda». Finalizó su ponencia recordando que detrás de cada puntuación hay una historia humana que merece ser comprendida y acompañada.

 


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